Despedidos y sin ERTE pueden quedar más de 500.000 trabajadores con el plan del Gobierno
La gran mayoría de estos trabajadores podrían quedar despedidos ya que sus empresas tienen libertad para realizar extinciones sin tener que devolver la ayudas recibidas
Susana Alcelay publica en ABC un artículo bastante preocupante en cuanto a la negociación de prórroga de los ERTE.
"Solo un giro de 180 grados en las negociaciones que deben prorrogar los ERTES permitirá que empresarios y sindicatos rubriquen un acuerdo para prorrogar las ayudas al empleo. La propuesta que defienden los ministros de ala socialista, José Luis Escrivá, Nadia Calviño y Reyes Maroto de mantener las ayudas solo para los sectores más dañados, como el turismo, dejaría fuera de protección a más de 500.000 trabajadores, según datos que manejan los negociadores. Es decir, que de los 700.000 trabajadores que actualmente están bajo el paraguas de los ERTE, sólo 190.000 se acogerían a la protección por fuerza mayor. Un derrotero que sería la antesala de un tsunami laboral.
El problema es que la mayor parte de los trabajadores que quedarían excluidos de la red de seguridad de los ERTE podrían ser despedidos, dado que muchas de las empresas a las que pertenecen ya tienen vía libre para realizar extinciones porque ya en muchos casos han transcurridos los seis meses desde que incorporaron al primer trabajador. Esto implica, además, que no tendrían que devolver las ayudas recibidas.
Como ya informó ABC, la propuesta del Ejecutivo pasa por limitar los ERTE por fuerza mayor solo a hoteles, agencias de viaje, aviación y teatro, lo que dejaría fuera al comercio y hostelería, los grandes damnificados también por la crisis que ha provocado la pandemia. De otro lado, están empresarios y sindicatos y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que defienden que las ayudas se mantengan como están en la actualidad, para todos los sectores.
En un intento de acercar posturas, el ministerio de Seguridad ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta que pasa por elevar por encima del 80% las exoneraciones de las que se beneficiarán las empresas -frente al 25 o 30% de media del que disfrutan actualmente- aunque mantiene los límites por sectores. Según explican a ABC fuentes de las negociaciones, la propuesta mejora también las vías de acceso a estas exoneraciones a empresas que estén fuera de los sectores protegidos (hoteles, agencias de viajes, alquiler de vehículos, aviación, ferries, cruceros y teatro) pero que sí formen parte de su «cadena de valor».
En la práctica esto se traduce en que si una empresa no pertenece al sector turístico pero tiene una relación laboral estable con una compañía que está acogida a un ERTE de fuerza mayor, ésta podría acceder al esquema en las mismas condiciones. Para ello, la empresa deberá demostrar que mantienen un relación comercial estable y que ha sufrido una caída en su facturación, según las mismas fuentes. Un ejemplo sería una tintorería de Palma de Mallorca cuyos ingresos dependen en su mayoría de un hotel actualmente cerrado. Aunque la tintorería en principio no tendría acceso, al demostrar su relación con el hotel se podría beneficiar de las mismas exoneraciones.
La segunda vía de acceso a los ERTE de fuerza mayor vendría a través de los ERTE de rebrote que, apuntan desde la mesa de negociación, se habrían «flexibilizado mucho», lo que ampliaría también paraguas. Con estos mecanismos, Seguridad Social calcula que quedaría cubiertos una buena parte de los 700.000 afectados por ERTE que hay actualmente, cifra que, sin embargo, difiere mucho a los cálculos de los agentes sociales, que consideran que se quedarían sin protección los mencionados 500.000.
La propuesta ya ha recibido respuesta pública por parte del presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor, quien, a través de Twitter ha mostrado su oposición al proyecto. «¡¡¡Que no!!! Que no se puede dejar tirados a autónomos, empresas y trabajadores de una pirotecnia, de una fábrica de trajes de boda, de una cerería, de un restaurador de una instalación deportiva, etc... Que son empresas castigadas también por la pandemia».