Muere el fotógrafo Pedro Sosa (Periquín) y su esposa "Fefita" en un accidente de coche






Ha muerto un gran sacerdote, Pedro Suárez Medina articulo opinión Juanjo Ferrera, Arucas

Han muerto dos personas muy queridas en Arucas, el fotógrafo Periquín y su esposa Fefita...






trágica muerte de periquín y fefita
Periquín y Fefita. siempre con la sonrisa en la boca


Muere el fotógrafo de Arucas, Periquín y su esposa
Pedro Sosa (Periquín)
Cuando me llegó la noticia por agencia de la muerte de dos personas al salirse de la carretera de Fagagesto en las medianías de Gáldar y despeñarse con el vehículo que conducía casi 200 metros y caer al interior de un estanque con agua sentí esa sensación de lógica tristeza.

Poco a poco fueron creciendo los rumores en el municipio norteño de Gran Canaria, Arucas, que los fallecidos eran el fotógrafo Pedro Sosa (Periquín) y su esposa "Fefita" y no quise creérmelo (esa sensación de tristeza se acrecentaba por el gran aprecio al matrimonio) ya que en la nota de agencia no coincidía las edades con la de los fallecidos, a ese dato quise aferrarme para pensar que no eran ellos.

No es el momento de dar detalles del accidente, ni mucho menos. Esta líneas son para desahogar de alguna forma mi memoria y recordar a Periquín en el plano profesional y humano. En el plano profesional dejará en miles de hogares, desde sus principios como fotógrafo en un modesto estudio en Bañaderos, otras tantas alegrías en formato de fotografía con su firma: Alegrías de bodas, bautizos, comuniones...



En el plano humano (valga la redundancia), humanamente lo escribo, deja en la huella imborrable del tiempo esa palabra amable en  el momento justo de ser necesitada por alguien; de esa sonrisa que siempre le acompañaba; de "sino puedes pagármelo hoy ya habrá otro día"; de su ilusión como si comenzara de nuevo en la profesión cada vez que le encargaban un trabajo... Nunca he escuchado a nadie ni una sola queja hacía él, sino todo lo contrario.

Y ahora recuerdo las largas charlas cuando un servidor comenzaba en este mundo mágico de la fotografía, en su estudio (vivienda) de bañaderos en las que aprendí muchas técnicas gracias a sus explicaciones. Como hecho anecdótico recuerdo que un día no me dejó salir hasta que aprendiera a introducir un carrete de blanco y negro en una espiral y luego meterlo en la tanqueta reveladora. Gracias a él comencé a saber lo que era revelar en blanco y negro.

Le perdí la pista ya que tuve que comenzar a trabajar en el  Sur de la isla y con el tiempo me lo reencontré ya instalado en Arucas casco, en la calle Alcalde Suárez Frachy antes de instalarse en el ya definitivo local actual de la calle Panchito Hernández. Y la última vez que lo vi, una vez cerrado el local, como un niño con un regalo de Reyes Magos, me estuvo enseñando las últimas máquinas reveladoras con ya mini-ordenadores incorporados. Sinceramente, con sus años de experiencia, me gratificó mucho verle tan ilusionado. Tristemente fue mi último encuentro con él ya que mi traslado a la Península y mi posterior regreso a las Palmas de Gran Canaria, me hacía prácticamente imposible  ir a Arucas.

Mi más sentido pésame a sus familiares y amistades más allegadas, ya que han perdido a dos grandes seres humanos...