El pasado sábado 11 de junio ya se vieron los primeros avisos de lo que puede ser esta Eurocopa de Fútbol 2016, en cuanto a la violencia se refiere, donde cientos de aficionados rusos  y otros tantos ingleses, con premeditación y alevosía, preparados para una verdadera batalla campal (con protectores bucales, cuchillos de grandes dimensiones, bates de béisbol, guantes de combate y empuñaduras de hierro... y lo más grave con riñoneras donde la policía cree que pueden portar armas) se enfrentaron en el sur de Francia (Marsella) con un lamentable saldo de 35 heridos, uno de ellos en coma.

Y como he comentado anteriormente son los primeros avisos, ya que las autoridades advierten que esta violencia  pueda agravarse el próximo miércoles 15 de junio en Lille  y un día después (jueves 16 de junio) en Lens, donde se enfrentarán Rusia - Eslovaquia e Inglaterra - Gales, respectivamente.

Personalmente no entiendo como esos que  parecen zurdos de las dos manos, como diría Alejandro Casona, los vividores de la FIFA que han organizado este campeonato que ya de ante mano se preveía sus consecuencias violentas; así como los de la FFF (Federación de Fútbol de Francia), aceptando ser los anfitriones  estando en máxima alerta por posibles atentados yihadistas. Esperemos, que en este aspecto no haya sobresaltos.