Cuando hace ya mucho tiempo dimos a conocer, en libros y artículos, los pasadizos secretos que recorren el subsuelo del casco histórico de Arucas, se despertó en mi la curiosidad por este tipo de construcciones secretas. Después vendrían los túneles del barranco de Tamaraceite, los que hay en torno a la base aérea de Gando, etc...

Por eso, cuando me hicieron la oferta de hacer un viaje a la región turca de Anatolia, donde se encuentran la mayoría de las ciudades subterráneas del planeta, no lo dudé un instante. No se trataba de un viaje turístico a Turquía donde te llevan a Estambul, Ankara y la Capadocia, que ya conocía, sino que íbamos solo a la región de Anatolia para descubrir sus milenarios misterios.

Aclaremos que Capadocia, donde se concentran gran parte de las ciudades subterráneas, se encuentra dentro de la región de Anatolia. Por ello nos quedamos unos días en la gran ciudad de Antalya y el resto en la misma Capadocia. El primer día fuimos a la ciudad de Konia, cerca de la cual se descubrió hace mas de cien años, un yacimiento neolítico datado en el 7000 antes de Cristo. 

Los arqueólogos se sorprendieron al encontrar en él diversos objetos realizados con una tecnología demasiado  avanzada para su época, como figuras geométricas, toros, buitres y figuras femeninas muy parecidas a nuestro Ídolo de Tara. De hecho hay muchas referencias a la gran Diosa Madre europea, conocida por Tara entre los celtas, y que aquí, en esta zona de Asia Menor, era también el centro de su religión. Ya sabemos que mas tarde, el Cristianismo, cambiaría a la diosa por un Dios masculino.

Años mas tarde, en 1993, se descubriría un asentamiento aún mas antiguo, el de Gobekli, en la Capadocia, que se remonta al 12000 antes de Cristo. Este lugar era una especie de ciudad santa, con cientos de templos de características arquitectónicas muy avanzadas, con representaciones de aves y animales relacionados con un culto religioso muy elaborado. Y algo curioso, entre esas figuras se encontraron las de seres humanos con cabezas de serpiente, que los arqueólogos no saben que significado tienen. Estas ciudades, de las que se han descubierto mas de 50, tenían varios pisos y bajaban a casi 100 metros de profundidad. Estaban perfectamente aireadas. La semana pasada, con 35 grados en el exterior, se sentía frío en el interior de la que bajamos nosotros.

Los guías locales dicen que estas ciudades son de origen hitita, pero lo descubierto en ellas recientemente desmonta esta tesis y las sitúa en un periodo mucho mas antiguo, sin saber exactamente que pueblo las habitaba. Lo cierto es que en épocas mas modernas fue utilizada  por los primeros cristianos que las utilizaban para huir de las persecuciones y hoy pueden verse los frescos de estilo bizantino representando a Cristo Pantocrátor.